22.4.11

Tengo una flor de bolsillo marchita de buscar a un hombre que me quiera.

Ya terminó el verano y estamos en otoño, temporada de polainas, lluvia, hojas secas y también de amores. Porque todos dicen que la primavera es la estación del amor, pero está clarísimo que en otoño se forman más parejas. Si en otoño estás solo te empezas a sentir solo. Pero lo peor no es sentirse solo, sino ver que nadie más está solo. Porque aunque digan que siempre hay un roto para un descocida muchas veces uno es el que está roto, descocido y solo. Me cansé de que el mundo muestre que si o si hay que tener novio, yo soy soltera y así soy feliz. ¿Si quisiera tener novio ahora? si, tal vez. Pero, siendo sinceros, creo que hay cosas mucho más importantes que un noviazgo... más ahora. Creo que me cansé tambien de esperar a que, a la vuelta de la esquina, aparezca esa persona que nos logre sacar una sonrisa. Todo el mundo lo hace ver tan sencillo, pero si fuera tan sencillo, estaríamos con cualquier clase de gente y yo por lo menos me tengo el suficiente amor hacia mí misma como para darme cuenta que las cosas no deberían ser así. Igualmente, es como que tengo tantas preocupaciones en mi vida que realmente no tengo ganas de estar preocupandome por ser una buena novia o no. Aunque, en otoño, ¿quien no tiene ganas de que lo apapachen un poco y le den amor? yo si. Es... COMPLICADO. Querer algo y a la vez no y ni siquiera entenderse uno mismo. Este otoño desearé tener un novio, negaré en el fondo que lo deseo e intentaré explicarme a mi misma porque a veces soy tan indecisa.

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