16.10.11
Y Agustina opinó acerca de los Wachiturros
Nunca tuve la necesidad de escribir acerca de los temas de la sociedad actual, pero hay algo que me tiene dando vueltas en la cabeza y que en cualquier momento termina o con una bomba nuclear o con un vómito de palabras el cual me va a meter en serios quilombos, ya que hasta mi hermano está metido dentro de ese enfermizo y estúpido fenómeno que se puso de moda desde las últimas vacaciones.
Creo que no es necesario aclarar de que estoy hablando, ya que ultimamente de las dos cosas que más se está quejando la gente, pero a la vez sigue como una gran masa de ineptos incoherentes es aquello relacionado con cierto grupito el cual canta cosas sin sentido, degradando a la mujer y que, además, baila como si tuviera mal de parkinson y la gente considera que eso “esta buenisimo”.
No voy a negar que a mis doce o trece años no estuve metida en algo parecido (maldita época flogger): el ícono del momento en el cual si no seguias eso eras un pelotudo y tenias que vestirte y bailar como todos para poder encajar; aunque quedaras más pelotudo todavía con esos pantalones de colores, tiradores de viejo choto, lentes gigantescos dentro de los shoppings, cortes de pelo exageradamente enormes y pasos de baile que prácticamente era saltar sobre el lugar mientras se movía el largo flequillo de un lado para el otro. Pero, cabe admitir, que para esa época era una cuestion de pre-adolescentes, los adultos no se metían en eso y eran concientes de que era una de las tantas etapas la cual tarde o temprano dejaríamos de lado para ser seres más racionales para escuchar y hacer lo que nos gusta, y no lo que haga la mayoría. Pero, lo que a mi personalmente me preocupa del ahora, es que cada vez más y más adultos fomentan a los chicos para seguir esas cosas, en vez de enseñarles que las letras no son justamente un buen tema para hablar en la hora de la cena o en una clase de religión en el colegio.
¿Soy una inadaptada social? Seguramente, pero prefiero serlo antes de ser una ignorante busca-pleitos. La mayoría me critica por querer imitar a los Estados Unidos, por no estar orgullosa del país en donde vivo y demás. No, obviamente no estoy orgullosa de vivir en este país (tema que tocaremos otro día), pero eso no significa que me esté “yankizando”. Simplemente me gusta expandir mis conocimientos a nivel artísticos, principalmente. Sé que Estados Unidos no es un excelente ejemplo a seguir en muchos aspectos, pero al menos tienen mejor oído que la mayoría de los de nuestro país; y para mí eso ya es un punto positivo. Y sí, también sé que las letras en inglés también pueden hablar de lo mismo que las letras de acá, pero queda en uno si decide consumirlas o no, lo cual personalmente prefiero no hacerlo, sino me convertiría en otra ignorante más.
Así que ¿como terminará esta sociedad hipócrita en la cual vivimos? no lo sé, lo cual me preocupa. La única tranquilidad que tengo es que, como la etapa flogger se terminó después de los “peinados de palmera”, los wachiturros van a desaparecer cuando se queden sin pasos para tirar.
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