"Mantente fuerte". Es fácil decirlo ¿verdad?. Pero hay que estar en la piel del otro, sentir lo que el otro siente. Sentir como la sociedad te obliga a ser de cierto modo, a meterte dentro de un molde en el cual quizá no encajas pero tenes que hacerlo porque sino los comentarios negativos y los ataques comienzan a formar parte de tu vida diaria. ¿Como enfrentarte a eso?. Quizá estás solo, quizá no. Pero igualmente la soledad se apodera de vos, recordándote una y otra vez que sos algo que el resto no quiere, que no espera que seas, que pretende cambiar. ¿por qué cambiar? ¿porque el resto lo quiere?.
El problema más grave quizá sea cuando, además del resto, uno mismo es su enemigo; el que se recuerda una y otra vez que no es perfecto. No gustarse a uno quizá es la principal causa de la locura, de las acciones que creemos rápidas o correctas para un escape rápido a ese problema, y quizá en el momento no logramos darnos cuenta que en realidad nos estamos destruyendo poco a poco.
Al fin y al cabo, lo que menos hacemos es solucionar todo eso que nos hace mal, en realidad lo empeoramos. Por más que deseemos desaparecer, que pensemos que el mundo estaría mejor sin nosotros, acá estamos, y si estamos en este mundo es por algo.
¿Como querer al resto si no nos queremos a nosotros mismos? ¿Pretendemos reclamar al mundo que no nos odie, cuando en realidad nuestro principal enemigo somos nosotros mismos?

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